No nos cansamos de escuchar en televisión, prensa o radio que las medidas anticrisis van a llegar y que reactivarán la economía, y no dudamos que tengan su efecto, pero toca preguntarse que pasa con el resto de los sectores, aquellos que no son construcción.
Es indudable que la constucción es un fuerte motor económico, pero ya han comenzado a decirnos que tenemos que pensar que nada será como era. Ahora toca preguntarse que pasará entonces. Dónde se van a emplear estos trabajadores que ya tienen seguro que no podrán seguir en lo que sabían hacer.
Hasta ahora, nadie dice nada de cuál será ese sector que se va a reactivar, que va a crecer y que tendría que asumir el papel de creador de empleo.
La locomotora se ha parado, aunque algunos parones no tienen justificación, como la falta de gasto de los empleados públicos, que son un gran número en nuestro país. Tienen sus ingresos garantizados por el respaldo de las administraciones públicas y los precios han bajado. No hay excusas para no consumir y, si hacemos caso al Ministro de Industria, gastar 120 euros en productos nacionales para conservar miles de puestos de trabajo.
Al final tendremos que confiar en el sector privado, que espera contar con mayor apoyo de la banca para poder tirar de la economía, aunque nos seguimos preguntando cuál será ese sector que sustiuirá al de la construcción.
