La movida no deja de ocasionar daños en coches, escaparates y mobiliario urbano, de las calles próximas a las zonas de copas, donde cada fin de semana se producen nuevos hechos. El último balance es de al menos 5 espejos rotos y 12 coches pinchados, según los datos que maneja la policía, que tendría identificado al presunto autor de alguno de estos últimos hechos.
Mientras tanto, los vecinos de las calles afectadas siguen reclamando soluciones al Ayuntamiento, al ver como las medidas adoptadas hasta el momento no han dado el resultado deseado, y es que el cierre de los locales al horario establecido no ha logrado reducir los daños.
Ante estas circunstancias, el Consistorio está estudiando la implantación de sistemas de video vigilancia en las zonas afectadas, como ya han hecho otras ciudades con problemas parecidos, según anunció el delegado municipal de Seguridad, Rafael Lara.
Hasta entonces, la Policía Local ha recibido órdenes para mantener una presencia permanente en la zona centro donde se concentran la mayoría de los establecimientos de copas de la ciudad, algo que ha comenzado a aplicarse desde la pasada Nochevieja.
Precisamente, la mayor vigilancia sobre los horarios de cierre provoca una salida masiva de jóvenes a la calle en la misma hora, lo que para los vecinos era un problema mayor, al existir únicamente dos establecimientos con licencia de discoteca que permanecen abiertos después de las seis de la mañana.
Además, los agentes encargados de los cerrar los establecimientos no tenían órdenes de permanecer de forma fija en la zona.
