Nunca mejor dicho. Por segundo año consecutivo nos encontramos con una subida de impuestos y tasas municipales, mientras la crisis amenaza a muchas familias con hacerles muy complicado el llegar a final de mes.
No dudamos que sea necesario incrementar la presión fiscal para dar mejores servicios al Ayuntamiento, pero lo que no es nada justo es que los ciudadanos tengamos que pagar los platos rotos de una mala gestión de los políticos que han pasado por el Consistorio.
La propia delagada de Hacienda, Isabel Aguilera, reconocía que estos ingresos están destinados a mejorar la situación de la precariedad de las arcas municipales.
Por mucho que se intente explicar, lo cierto es que los rondeños tendrán que pagar más el próximo año y nadie parece que se ha acordado de aquellos que no podrán hacerlo aunque quieran.
Alguien debería ir pensando en tomar algún tipo de medida para favorecer a esas familias que no llegan a final de mes o que se están viendo afectadas por la crisis.
No sería malo el poder aplazar el pago de los impuestos para estas familias, si es que verdaderamente el Ayuntamiento se quiere sentir cerca a los problemas del ciudadano.
En definitiva, ya que no habrá remedio para pagar más, todavía estamos a tiempo de poder aplazar los pagos, si es que en el Consistorio no quieren teminar con un listado de morosos más importante que el que acarrean algunos bancos, y que tantos problemas les está dando de liquidez, y es que de donde no hay, no se puede sacar.
