El pasado puente ha registrado un lleno entre los alojamientos rurales, superando de este modo las previsiones que se habían realizado para estas fechas, en las que se esperaba que la crisis pudiese afectar al sector.
No obstante, según indicaba el gerente del Centro de Iniciativas Turísticas, Alfredo Carrasco, se trata de “una excepción”, y es que durante el resto de las semanas la ocupación media no está siendo importante.
En cuanto a los clientes, la mayoría de ellos han sido de procedencia nacional, que han optado por los destinos de interior, a lo que también ayuda la inclemencias meteorológicas.
Además, entre el turismo nacional, la mayoría procede de Andalucía, en concreto, un 80% de los clientes que han llegado a la Serranía en estos días. Mientras tanto, el 20% restante responde a orígenes muy diversos.
De igual modo, se ha observado un incremento de las reservas que se han efectuado para el mes de octubre, lo que podría apuntar hacia una cierta recuperación.
En este sentido, se cree que la crisis podría incluso tener efectos beneficiosos para el turismo rural, que suele ser bastante más económico que el turismo de sol y playa o el cultural, lo que podría hacer a los clientes el decantarse por esta opción.
A pesar de ello, muchos son los alojamientos que se enfrentan a un temporada “dura” dicen en el sector, incluso con la amenaza de cierre sobre algunos de ellos, ante la imposibilidad de hacer frente a los costes para mantener su funcionamiento.
Otros han optado por traspasar sus negocios o la gestión de los mismos ante la bajada de ventas que se había registrado.
Mientras tanto, se sigue insistiendo en la competencia desleal que suponen aquellas casas que no se encuentran registradas ante los organismos de control, aunque en los últimos años se ha producido un descenso de las mismas.
En la actualidad se está realizando una importante promoción de la Serranía de Ronda en diferentes ferias de turismo de interior, en especial, a lo referente a la observación de aves
